Proyecto

PixPay apoya a los adolescentes en su autonomía financiera proporcionándoles una cuenta y una tarjeta de pago. Cada tarjeta está asociada a dos aplicaciones móviles, una para el usuario menor de edad y otra para los padres, que pueden ingresar fondos en la cuenta de su hijo y tener una visión general de sus gastos.

+380.000

usuarios

6 meses

tiempo de comercialización

Retos para Pixpay

En Francia, las instituciones financieras tradicionales no se dirigen a la clientela adolescente. Sin embargo, los hábitos están cambiando: los adolescentes están muy conectados y la crisis sanitaria ha intensificado la desmaterialización de los medios de pago.

Pixpay está sujeto a la normativa europea en materia de control y seguridad. En el momento de su lanzamiento, Pixpay quería un plazo de comercialización rápido y una solución robusta que integrará tanto los aspectos reglamentarios como los técnicos. El neobanco para adolescentes prefería trabajar con un actor francés que pudiera garantizar que los fondos recaudados se mantendrían en Francia. Todas estas razones llevaron a la elección de Treezor.

Solución desplegada

En 6 meses, el proyecto de Pixpay se hizo realidad. En colaboración con Treezor, Pixpay ha desplegado durante 2021 el pago con Google Pay y Apple Pay, dos funcionalidades muy demandadas por sus usuarios.

A día de hoy, Pixpay sigue trabajando con Treezor, ya que la solución desplegada es robusta y escalable. Tras el éxito del lanzamiento en Francia, Pixpay ha empezado a desplegar la solución en Europa, incluidos España e Italia.

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e-One: hiperpersonalización de las tarjetas gracias a Treezor

Treezor ofrece a los clientes finales de Pixpay la posibilidad de personalizar sus tarjetas de pago. Esto puede ser una herramienta innovadora en las estrategias de diferenciación, permitiendo aumentar las tasas de activación y fidelización.

Además de la reducción del plazo de comercialización, la gestión de las existencias de tarjetas se simplifica. Y la estrategia de hiperpersonalización de las tarjetas propuesta por Treezor para Pixpay va más allá de la posibilidad de «marcar» una tarjeta con un logotipo. Permite a los titulares expresar su personalidad, identificarse con sus tarjetas y crear una conexión emocional con la marca.