Desde el 2015 y la adopción por parte de la Unión Europea de la Directiva de servicios de pago (DSP2), el escenario de los actores financieros ha evolucionado en gran medida. Con la llegada del Open Banking, los nuevos emprendedores también se han beneficiado de un marco normativo particularmente propicio para la creación de empresas Fintech. Estas empresas tienen un gran nivel de innovación y una oferta de servicios sobre múltiples ámbitos financieros.

Aquí tiene una visión general de las 5 fases clave para poner en marcha su Fintech.

lancer une fintech

#1 Definir una oferta clara

Al igual que ocurre con cualquier otro sector empresarial, la tecnología financiera no escapa a las grandes normas del emprendimiento. Definición de modelo comercial, identificación de usuarios objetivo, realización de estudios de mercado, elaboración de un plan de negocios,… Para lanzar un producto o un servicio innovador, más vale no ignorar las fases principales por las que pasan la mayoría de proyectos empresariales.

¿Su producto o servicio está destinado a un objetivo B2C (negocio para el consumidor), B2B (negocio para negocios) o B2B2C? ¿Qué puesto ocupará en la cadena de valor de su industria? Son preguntas que necesitarán respuesta antes de empezar…

Su particularidad en comparación con otros proyectos empresariales se encuentra en la relación con la naturaleza financiera de los servicios o productos ofrecidos. Por lo tanto, deberá asegurarse de establecer un diagrama explícito para visualizar claramente los flujos financieros que tomen parte. Este diagrama le permitirá tomar decisiones técnicas y normativas, pero también identificar mejor los detalles de su oferta.

#2 Cumplir con la conformidad reglamentaria

Si hay un sector regulado, ¡es el de los servicios financieros!

Si su startup Fintech conlleva gestionar flujos financieros, tiene tres opciones:

  • colaborar con un participante autorizado como Treezor y convertirse en un agente de una entidad de pago (lista de entidades aprobadas disponibles en el REGAFI, Registro de Entidades Financieras de la ACPR);
  • convertirse en una entidad de pago autorizada (en Francia, el organismo encargado de expedir las autorizaciones es la ACPR o Autorité de Contrôle prudentiel et de Régulation (Autoridad de Control Prudencial y de Regulación);
  • solicitar una exención de autorización.

Pero, ¿por qué optar por una solución y no por otra? Aquí tiene tres preguntas para poder elegir la mejor opción.

a. «¿Tengo prisa?»

Hay que recordar que la solicitud de autorización de pago es un proceso largo y tendido. Una vez presentada la solicitud, la ACPR dispone de un período de 3 a 6 meses para responder a la solicitud (tanto si es favorable como si no). Entre la constitución del expediente y las gestiones de la planificación, calcule, al menos, un año para dedicarse a esta tarea si opta por solicitar una autorización de pago.

Para aquellos que no quieran esperar tanto, hay otra solución: utilizar una institución de pago o de dinero electrónico aprobada (como Treezor), que ya ha dado estos pasos muchas veces y en quien puede delegar estas obligaciones normativas.

b. «¿Tengo los recursos internos disponibles para garantizar mi cumplimiento?»

Hay distintas obligaciones regulatorias que pueden afectar a las instituciones de pago y de dinero electrónico: La normativa DSP2 y la autentificación fuerte, la directiva sobre la lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, los procedimientos KYC y KYB (respectivamente «Know Your Customer» y «Know Your Business»), el Reglamento General sobre la Protección de datos (RGPD) y los informes obligatorios frente a las autoridades de control (TRACFIN, FICOBA, CRS, FATCA, Banque de France…).

Todas estas obligaciones reglamentarias requieren una experiencia y unos recursos de los que una empresa joven no suele disponer en el momento de su lanzamiento. Además, al lanzar un nuevo proyecto, es mejor asegurar el “plazo de comercialización” (Time to market). Son muchas las razones para convertirse en un agente de una entidad de dinero electrónico o de pago en lugar de en la propia entidad de pago.

c. «¿Mi proyecto tiene vocación internacional?»

Si su ambición es exportar su Fintech a nivel internacional, sepa que necesitará solicitar sistemáticamente una autorización para operar en cada país en el que quiera establecerse.  Es lo que se llama un “pasaporte”. Al usar un representante como Treezor, se beneficiará de su licencia extendida, que le permite operar en nombre de sus clientes (“agentes”) en 25 países y no tendrá que preocuparse por llevar a cabo los pasos específicos de cada país.

#3 Elegir cuidadosamente al mejor aliado tecnológico

El sector bancario no ha escapado a la democratización de las API; estas interfaces permiten que dos sistemas informáticos se comuniquen entre sí. Así, las soluciones «Banking-as-a-Service»  (Banca como servicio) de Treezor ofrecen un conjunto de API capaces de garantizar el acceso a las prestaciones de un sistema bancario (core banking): apertura y cierre de cuenta, realización de KYC, entrega de medios de pago, recepción/emisión de transacciones (cheques, tarjetas, transferencia o adeudo directo).

Por lo tanto, no es necesario que participe en largos desarrollos técnicos: ¡otros ya lo han hecho por usted! Utilizar un modelo BaaS como Treezor es tomar la decisión de acelerar considerablemente el plazo de comercialización, como ya han hecho otras Fintech como LydiaPixpaySwile o Shine, algunas de las cuales se han convertido en unicornios.

#4 Encontrar la financiación: el vil metal

Siempre que se lanza un proyecto ambicioso, se necesita capital rápidamente (para adquirir usuarios, contratar talento, para el desarrollo internacional…).
Afortunadamente, hoy en día existen multitud de formas de financiar su crecimiento, ya se trate de obtener unos pocos miles o unos pocos millones de euros:

  • El «love money», dinero por amor,  prestado por la familia y amigos;
  • El préstamo bancario acordado por su banco;
  • Las subvenciones regionales o públicas (a través de Enisa o Neotec por ejemplo);
  • La recaudación de capital de ciertos inversores como los business angels y los fondos de inversión.
  • El crowdfunding o micromecenazgo.

#5 Crear un buen equipo y aprovechar el consejo de los pares

Evaluados durante mucho tiempo por los inversores desde el ángulo único del ajuste Producto/Mercado, los coordinadores de proyectos ahora ven sus ambiciones analizadas bajo otro criterio: el ajuste Fundador/Mercado (founder/market fit).

En la fase de concepción (pre-seed), la fase semilla (seed) e incluso en la fase de serie A, los primeros inversores tienen muy pocos datos a los que hincar el diente. Por lo tanto, tienden a recurrir a otros criterios, como el perfil de los miembros fundadores, sus antecedentes profesionales y su capacidad para comprender los pormenores del mercado en el que están entrando.

¡Y con razón! Dos ideas similares pueden tener destinos muy diferentes dependiendo de la calidad de ejecución de los fundadores y sus primeros empleados.

Así que preste mucha atención a la hora de encontrar socios, porque si bien es necesario llevarse bien con ellos, no se trata tan solo de crear un equipo de clones con perfiles similares o competencias redundantes.

Como recordó recientemente el estudio Diversity wins: How inclusion matters de McKinsey, la diversidad es un factor de rendimiento en la empresa. Tenga cuidado de no acomodarse y estancarse en un grupo cerrado, con el riesgo de perder la resiliencia y la creatividad, dos elementos particularmente útiles para poder irrumpir con fuerza en el mundo ultra competitivo de Fintech.

Con un 92% de hombres y solamente un 8% de mujeres del lado de los fundadores del ecosistema Fintech, el camino todavía parece largo, pero tras la lectura de este artículo, solo depende de usted mover las líneas con su próxima Fintech.

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